Quieren chuparte la sangre. Ellos. Rodeados de luces de neón y bombillas amarillas, se han mirado al espejo y no se han visto (llevan puestas las gafas de sol).
Es de día otra vez. Tus ojos alcanzan una sola baldosa. Hay dos pies y encima dos piernas. El escáner sube y detecta lo que parece ser una persona. Lo es. Y es lo único que importa.
1 comentarios:
después de todo, es lo que (quien) queda.
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